descripción del hotel
En ocho hectáreas muy bien cuidadas con vistas al mar Balear, Six Senses Ibiza convierte una estancia en un viaje por el alma ibicenca. Las refinadas habitaciones y las villas junto a los acantilados invitan a la calma con colchonetas de yoga listas para usar, mientras que cuatro restaurantes, incluido uno tallado de forma espectacular en la roca, preparan el escenario para degustar al atardecer productos recolectados de la granja a la mesa con productores locales. Los días fluyen desde asanas al amanecer en la terraza frente al mar hasta noches con bandas sonoras preparadas por músicos residentes. Cada momento se organiza fácilmente a través de un conserje, que trata las experiencias con el mismo cuidado que en las suites. Con una serie de espacios seguros para apoyar a la comunidad local, muchas experiencias mejoran a los artesanos locales y el medio ambiente con los talleres Zero Waste o el centro de aprendizaje Can Tanca. Los amantes del bienestar diseñan viajes personales, combinando rituales de spa a base de hierbas con deportes acuáticos a la luz de la luna o ceremonias personalizadas guiadas por expertos del hotel. 
Esta perfecta integración del descubrimiento no es una idea de último momento: la navegación de primer nivel del sitio web comienza con «Experiencias», lo que demuestra la convicción del resort de que los recuerdos son su mayor lujo. Dato curioso: las mesas del restaurante del acantilado están hechas de enebro local, por lo que cada comida se basa en una porción de la historia ibicenca. Six Senses Ibiza muestra cómo la programación inmersiva, los lazos sinceros con la comunidad y la personalización sin esfuerzo pueden convertir un hotel en uno de los lugares más experienciales de España.